
La fase que llamamos ARQUITECTURA conlleva el desarrollo y definición de las ideas planteadas en la fase inicial previa mediante la formalización coherente de los espacios arquitectónicos propuestos. Esta fase suele ser la que mayor esfuerzo y dedicación requiere sobre el total, y en ella definimos los aspectos fundamentales de la arquitectura, como son la escala y relaciones dimensionales de la edificación, funcionalidad, circulaciones, iluminación, relaciones interior-exterior, forma, composición…. Esto implica además una cierta capacidad de previsión en lo que se refiere a los diferentes aspectos técnicos indisolublemente asociados a la arquitectura (estructura, construcción, instalaciones y servicios). A tales efectos te ofrecemos el soporte que mejor se ajuste a tus necesidades para ayudarte a formalizar el proyecto arquitectónico de acuerdo con las intenciones y decisiones de partida, sin perder de vista su viabilidad técnica posterior.
La documentación que sirve para plasmar el trabajo realizado indicado suele ser la siguiente:
– Plantas que definen cada nivel de la edificación, incluyendo la previsión de los elementos estructurales, espesores constructivos y espacios de instalaciones.
– Cuadros de superficies y usos asociados a cada planta.
– Alzados exteriores e interiores significativos.
– Secciones principales, longitudinales y transversales.